CURSO DE TÉCNICA METAMÓRFICA EN GIRONA

Obtén la certificación académica en técnica metamórfica, expedida por Tec, para el propio desbloqueo energético-emocional (auto tratamiento) y el de los demás, a través de un masaje suave resiguiendo un meridiano energético de pie, manos y cabeza.

El masaje metamórfico se puede aplicar como técnica aislada o después de una sesión de terapia manual como por ejemplo el quiromasaje general, el masaje de cabeza y/o pies o la reflexología podal. Teniendo en cuenta que primero debemos aplicar la técnica más manual o física y finalmente aquellas más sutiles o energéticas.

La técnica metamórfica o masaje metamórfico representa, también, un buen complemento para aquellos profesionales que trabajen en el ámbito psicológico o bien socio sanitario.

Esta formación está avalado por IAOTH (International Association of Therapist) y tiene reconocimiento internacional.

DESCRIPCIÓN

DESCRIPCIÓN DEL CURSO DE TÉCNICA METAMÓRFICA EN GIRONA

El masaje metamórfico debe su nombre al metamorfismo o transformación lograda a partir de la disolución de bloqueos energético-emocionales.

Esta técnica nace a partir de los años 50 de la mano de Robert St. John, un naturópata que se sentía disconforme con la cura natural en general, porque había comprendido que somos nosotros quienes creamos el estrés que origina nuestras enfermedades.

En esa época Robert St. John estaba tratando a una niña de 18 meses afectada con Síndrome de Down profundo. Le estaba aplicando reflexología podal y de repente sintió la necesidad de masajear suavemente la zona refleja de la columna vertebral en el pie (parte del meridiano tratado en la técnica metamórfica). Mientras lo hacía descubrió que la niña reaccionaba de forma diferente, observó que su mirada se transformaba, que empezaba a tomar consciencia y que se iba serenando.

La técnica metamórfica o masaje metamórfico se basa en un suave masaje resiguiendo un meridiano concreto de pies, manos y cabeza a fin de liberar quistes y traumas instalados en nosotros desde nuestra presencia en el útero materno hasta la actualidad; partiendo de la base que ciertos traumas son generados ya en el período intrauterino o adquiridos de la madre en esta etapa.

Así pues, la experiencia traumática, las falsas creencias, las ideas limitantes, los patrones y/o emociones incómodas y persistentes, no surgen siempre a partir de la etapa natal, sino que, en muchos casos, provienen de experiencias traumáticas en el momento del parto, miedos intrauterinos, vacío por la pérdida de un gemelo evanescente, emociones diversas procedentes de la madre y que adoptamos como nuestras (en un período en el que aún no existe el concepto del «yo» y el «tú», sino que yo soy con el todo y el todo es conmigo), de experiencias traumáticas en el momento del parto, etc.